1. “Me levanto a las 7:30 y trabajo cuatro horas al día. De nueve a las doce de la mañana, de cinco a seis de la tarde. Los empresarios lograrían mejores resultados si estudiaran el metabolismo humano. Nadie trabaja bien ocho horas al día. Nadie debe trabajar más de cuatro horas”.
(Para Robert Taylor. Boston Globe Revista. 20 de julio 1969.)
2. “Cuando solía enseñar escritura creativa, me gustaba decir a los estudiantes que es bueno que sus personajes quieran algo de inmediato, incluso si es sólo un vaso de agua. Personajes paralizados por el sentido de la vida moderna todavía tienen que beber agua de vez en cuando”.
(A La revisión de París. Primavera 1977.)
3. “No se puede escribir novelas sin un toque de paranoia. Soy paranoico como un acto de buena ciudadanía, preocupado por lo que los poderosos son hasta ahora”.
(Para Israel Shenker. The New York Times. 21 de de marzo de 1969.)
4. “La razón por la que las novelas eran tan gruesas durante tanto tiempo fue que la gente tenía mucho tiempo para matar. Yo en particular no hago viajar a mis personajes. No los muevo de un sitio a otro. No los hago subir las escaleras; ellos no se visten en las mañanas; no ponen la llave para encender el auto, y dejan que el motor se caliente, ni ponen la marcha atrás, y atrás, ni llevan el auto a la estación de servicio”.
(Para Joe David Bellamy y John Casey. De La nueva ficción: Entrevistas con escritores americanos innovadores.)
5. “Para que las bromas en la literatura sean eficientes tienen que estar tan cuidadosamente construidas como trampas de ratón. De modo que escribir una página de una novela es un negocio muy lento para mí, porque todo tiene que ser manipulado de modo de ajustar el final. Mis libros son esencialmente mosaicos, miles y miles de pequeñas virutas diminutas todas pegadas entre sí, y cada chip es esta cosa que aprendí a hacer como un niño.”
(Para Frank McLaughlin. Medios y métodos. De mayo de 1973.)
6. “Trato de mantener un amor profundo hacia mis historias porque, una vez que un tema en particular surge, es casi imposible hablar de cualquier otra cosa. Y los lectores además ya no quieren oír hablar de cualquier otra cosa”.
(A La revisión de París. Primavera 1977.)
7. Quien escribe una novela no puede estar sereno. Al novelista le lleva mucho tiempo escribir, y durante ese tiempo tiene que preocuparse de si le van a salir bien sus mentiras. Si no lo logra, su novela no va a funcionar “.
(Para Charles Reilly. Literatura de la universidad. 1980.)
8. “La gente tiene buenas mentiras. Hay demasiados malos”.
(Para Wilfred Sheed. VIDA. 12 de septiembre de 1969.)
9. “Los novelistas pueden tratar sus enfermedades mentales cada día con su trabajo de escribir.”
(Para Playboy en 1973.)
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