El balcón donde estoy parado da a un solar interno muy grande.
Veo árboles y oigo pájaros cantar en las ramas.
Hay pasto creciendo alrededor de una piscina con deck de madera
cercada por vidrios y postes.
Adentro el agua es cristalina y el sol dibuja arabescos dorados
que se arrastran por el fondo celeste.
Ahora sopla una leve brisa y el agua
vibra en ondas buscando rebalsar hacia los bordes.
Todo luce muy feliz, pero en la superficie del agua,
flotan dos patos de hule.
Piscina
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