Uno camina bien pegado al piso con premura de cotidianeidad de inmaculados pantalones pragmáticos. La poesía es una baldosa floja que te salpica para adentro. Humos me fumo la estática del dialogo abjurado con mi escudo insondable -señuelo emblemático- casi nunca me muestro tras bambalinas ensordecedores vaivenes de combustión e…