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Esfuerzo por entablar un diálogo – Muriel Rukeyser

Esfuerzo para entablar un diálogo

Habla. Tómame de la mano. ¿Qué eres tú ahora?
Te diré todo. No ocultaré nada.
Cuando yo tenía tres años, un niñito leyó la historia de un conejo
que moría, en la historia, y yo me oculté debajo de una silla;
un conejo rosado: era mi cumpleaños, y la llama de una vela
me quemó dolorosamente en un dedo, y me dijeron que fuera feliz.

Oh, trata de conocerme. No soy feliz. Seré sincera:
ahora pienso en velas blancas contra un cielo como música,
como alegres cuernos de caza, y pájaros levantando vuelo, y un brazo rodeándome.

Hubo alguien a quien amé, que quería vivir, navegando.

Habla. Tómame de la mano. ¿Qué eres tú ahora?
A los nueve años fui gozosamente sentimental,
fluída: y mi tía viuda tocaba Chopin,
y yo inclinaba mi cabeza sobre la madera trabajada y pintada, y lloraba.
Ahora quiero estar a tu lado. Me gustaría
unir de algún modo los minutos de mis días con tus días.
No soy feliz. Seré sincera.
He amado los focos de las esquinas del atardecer, y calmos poemas.
Ha habido temor en mi vida. Algunas veces medito
sobre qué tragedia fue mi vida, realmente.
Tómame de la mano. Aprieta mi mente en el puño de tu mano. ¿Qué eres tú ahora?
A los catorce años tenía sueños suicidas,
y me estaba junto a una alta ventana, al atardecer, esperando la muerte:
si la luz no hubiera disuelto nubes y llanuras en belleza,
si la luz no hubiese transformado ese día, hubiese dado el salto.

Soy desdichada. Estoy sola. Háblame.

Seré sincera. Creo que él nunca me amó:
amaba las playas luminosas, los labios de espuma
sobre las pequeñas olas, amaba el vuelo de las gaviotas.
Alegremente decía: Te amo. Trata de conocerme.

¿Qué eres tú ahora? Si pudiéramos tocarnos,
si estas nuestras separadas entidades pudieran estrecharse,
compenetrarse como las piezas de un rompecabezas chino… ayer
me encontré en una calle atestada, viva de gente,
y nadie decía una palabra, y la mañana brillaba.
Todos, en silencio, en movimiento… Tómame de la mano. Háblame.


Extractado de la Antología “15 poetas norteamericanos” con selección y traducción de Alberto Girri.

Sobre la autora:

Muriel Rukeyser Nació en Nueva York en 1913. Fue una figura clave de su generación poética y activista en los movimientos feministas de la década del 60. Vivió con interés creciente los problemas generados por la desigualdad social y el racismo que surgieron en Estados Unidos a partir de la década del 30. A causa de su activismo también pasó un tiempo en la cárcel. Escribió su primer libro de poemas a los 21 años, y pudo publicarlo a sus 25: “Teoría del vuelo”, un libro que resultó aclamado por la crítica. Murió en 1980.

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