Foto: Roeselien Raimond Traducir es también darse el permiso para hacerlo. La traducción, de alguna manera, es una lectura autorizada. Hay que dejar que las palabras sean deglutidas por nuestro organismo, dejarlas que atraviesen el cuerpo y emerjan del otro lado en el nuevo lenguaje. Que debe ser, por supuesto,…